Las pinturas del abrigo de Lázaro, realizadas entre los años 7000 y 4500 a. C., fueron descubiertas en la década de 1980.
En la base vertical de una formación de arenisca roja se sitúan las cinco figuras que componen este panel de carácter narrativo.
De estas figuras pintadas en rojo cuatro son representaciones humanas, mientras que la otra se corresponde con un animal cuadrúpedo indeterminado.
A pesar de su acabado más bien tosco y de carecer de detalles anatómicos, las dinámicas actitudes de los personajes contribuyen a generar una escena naturalista cargada de movimiento.
Los hombres, aparecen dispuestos en actitudes agresivas y portando armas.
Uno de ellos, con las piernas replegadas, se sitúa aprovechando una cavidad del muro en actitud de atacar al animal.
Otra de las representaciones masculinas apoya el peso sobre una de sus piernas mientras sostiene un elemento vertical que podría tratarse de un escudo o de un arco, con el que disparar una flecha.
En suma, y como era habitual en las pinturas del arte levantino, este panel narra una vivencia de un individuo o de una comunidad, como puede ser una guerra o una cacería, resultando sin embargo difícil extraer una significación más profunda.